Friday, March 28, 2008

Las Mujeres de Nepal


Podría escribir una historia en cada rincón de Nepal. Este lugar lleno de tradiciones, sueños, castas y luchas eternas. En cada viaje dentro de la región, he visto mujeres caminando por esos empinados senderos. Cada una con su actividad, a veces llevan piedras, o madera, algunas pesados fardos de paja. Cada una con su colorido vestuario y su aro en la nariz, el punto rojo en la frente que indica que son casadas y detrás de ellas, alguna hija o nieta cargando un peso considerable en sus espaldas.

Hace tiempo escribí un post sobre las mujeres de Haití, quienes cargan bidones de agua en sus cabezas y caminan largas horas mientras los hombres poco hacen. En Nepal es aún peor, las cargas son inigualables y los hombres sentados las ven pasar. Mientras más información recibo sobre el rol de la mujer en el campo nepalí más me siento afortunada de haber crecido lejos de aquí en otro mundo, en un lugar donde tengo presente y sobre todo futuro. Las niñas son casadas a temprana edad, antes de la pubertad porque la sangre es considerada algo impuro. Las mujeres tienen muchas veces solas a sus bebes sin ayuda medica porque además con tanta sangre durante el parto, se considera también algo impuro o de mala suerte si se toca. Mientras una mujer tiene su regla, o inmediatamente después de haber parido, es aislada en una especie de casucha que ni un animal quisiera para vivir. La peor parte se la llevan las castas consideradas inferiores como los dalits. Algunos de ellos son golpeados cuando se equivocan y beben de un agua que no es para ellos. No les venden leche porque son considerados impuros (las vacas son sagradas recuerden).

Las historias de mujeres son conmovedoras sobre todo que siempre serán así en este lugar del mundo. Las maoístas quizás escogieron las armas en contra de este destino aplastante y al menos aspiran a algo distinto. En cuanto a mi, no soy precisamente feminista pero me considero afortunada de poder elegir mi presente y futuro, de tomar mis propias decisiones y de pensar que puedo construir mis sueños y tengo derecho a creer ilusionada en un mejor mañana.

1 comment:

Anonymous said...

Hola Natacha,
Esta noche he visto el documental "Niñas de hojalata" sobre las mujeres en Nepal y en la India y me ha parecido muy injusta la vida a la que están sometidas. Es triste saber que aún existen mentalidades que sientan ese sometimiento como parte de la vida normal y no se estremezcan ni lo más mínimo.