Tuesday, July 13, 2010

Seis meses...


Ayer se cumplieron 6 meses desde ese fatídico martes negro que cubrió Puerto Príncipe de polvo, cenizas y dolor.

El tiempo resulta extraño, a veces se siente como si hubiesen pasado años mientras en otros instantes siento que esto no ocurrió nunca y que todo es una mala pasada de la imaginación. Lamentablemente ocurrió con un dolor inimaginable, pienso en los días de enero, una semana después del terremoto. Pienso en la locura de los colegas, los llantos desconsolados, la búsqueda de los desaparecidos y pienso en lo injusto que se siente todo esto. Ha sido una real pesadilla, durmiendo en carpas, sin ducha, comiendo cualquier porquería e intentar trabajar en medio de este caos emocional en los primeros tiempos. Después vino la calma pero el dolor seguía acá, regresar a cierta normalidad, volver a los supermercados, inclusive tratar de recomponer la vida social. Hoy, el dolor sigue siendo profundo, sentimientos de culpabilidad por no haberles dicho tantas cosas antes de que se fueran, cada día pensar en ellos. No existe un solo día en que deje de pensar en esta tragedia.

Tantos colegas, buenos amigos y ver sus nombres en una muralla ayer como homenaje, tal como sucede con los desparecidos políticos en nuestros países. El profundo dolor de ver los nombres escritos y a la vez la sensación de alivio de que mi nombre y el de otros queridos amigos no estén en ese mural. Es una mezcla extraña, pensar que mi familia no tenga que pasar por esto es lo que más agradezco.

Las consecuencias después de 6 meses son aun pesadas. La capital sigue llena de escombros, siguen habiendo cuerpos de personas enterrados, sigue la ayuda humanitaria descoordinada y la sensación de hacer muchos esfuerzos en vano.

Existen muchos campamentos de personas desplazadas, justo a la puerta de mi casa hay uno. Vivir con las victimas al frente, observar sus deplorables condiciones de vida es un panorama difícil de vivir. La violencia contra las mujeres en estos campamentos improvisados es pan de cada día, violaciones a menores de edad y la poca ayuda que se puede aportar en estos casos. Existen casos de abusos de autoridad, violaciones de derechos humanos, gente presa sin proceso que llevan anos a veces por insignificantes robos. Me impresiono el otro día la historia de una chica que fue encarcelada hace 5 años porque su hermano consideraba que salía demasiado en las noches y para darle una lección la encerraron en la comisaría. Esa chica tenia entonces 16 años hoy tiene 21 y sigue presa sin haber nunca tenido un debido proceso.

Han aumentado los robos, los secuestros, la impunidad y la sensación de haber retrocedido 6 años atrás. En 35 segundos se cayó todo, la vida que conocíamos, los amigos, se cayeron los proyectos que costaron años de esfuerzos, se cayeron los logros y se rompieron las esperanzas.
Indudablemente los haitianos tienen gran resiliencia y salen a buscar sus oportunidades cada día, siguen viéndose impecables cada domingo para ir a misa y siempre la sonrisa de un niño iluminará todo. Sin embargo no dejo de cuestionarme como y porque este pequeño país tiene tantas y tantas dificultades y reciben gran ayuda y es poco lo que se ve realizado después de 6 meses de arduo trabajo.

Mi capitulo con Haití Cheri aun no termina, es este país quien decidirá hasta cuando residiré en este lugar. Por ahora trato de cerrar mi duelo personal, de mirar al futuro con otros ojos, sentir que también se aprende de los momentos amargos pero sobre todo que después de la tormenta viene la calma.


Friday, April 23, 2010

Haití Chéri, Haití Querido, Haití Odiado

Mañana me voy de viaje para descansar un poco. Es raro salir de este ritmo de vida por un par de días. Por un lado deseo salir pronto, recuperarme, descansar, reponer fuerzas y por otro lado me da miedo alejarme, des-adaptarme para luego regresar y enfrentar nuevamente todo este mundillo de las misiones. Es una etapa confusa, sin saber bien por donde seguir. El año 2010 ha sido terrible hasta ahora y supongo que después de todo esto, solo puede venir la calma, pero a veces cuando ya bajo mis defensas nuevamente viene una embestida por algún lado. Ahora algunos nuevos elementos del trabajo quieren sacarme de manera diplomática de aquí. Como si ya no bastara toda la gente querida que perdí, casa, colegas, oficina…ahora puedo quedarme sin trabajo o en la cuerda floja. Me dan ganas de renunciar, de cerrar esta vez definitivamente el capitulo haitiano pero la incertidumbre me carcome.

Momentos amargos como el de hace 2 semanas cuando a la administración se les ocurrió que había que matar a los perros vagos que andan por la base o en las cercanías. No ha sido ya demasiado triste todo esto para además ver como matan a los perros? Inconcebible, no hay palabras para describir la frustración. No soporto la crueldad contra los animales, me parece una medida escandalosa.
Luego del terremoto los apartamentos de algunos queridos amigos en su mayoría fallecidos fueron saqueados. No dejaron ni el cepillo de dientes. Uno pensaría que fue la gente en la calle quienes subieron a los sectores acomodados y robaron como sucedería en otras capitales latinas. Pero no así no fue, que no le cuenten cuentos. Yo misma he sido testigo de que como siempre los más ricos, los más acomodados, los dueños de las propiedades son los primeros que mandaron a sus empleados a saquear los hogares de quienes ya no estaban. Para colmo lugares que no contaban con ningunas normas de seguridad, que cobraban rentas carísimas, hoy simplemente pusieron cemento en la grietas, acomodaron aquí, tumbaron un muro allá, limpiaron, pintaron y alquilaron al doble del precio. Y así pasan los días, la gente que ya no tiene donde vivir y no podemos pagar exorbitantes precios tenemos que vivir en un barco.

Si me lo hubieran contado el año pasado nunca lo hubiese creído. Los más ricos siempre ganan y los pobres siguen bajo las carpas, las lonas, los plásticos esperando que algún día su suerte cambie.

Haití Chéri, Haití querido, Haití odiado. Aquí he tenido los mejores y peores momentos de mi vida. He sido inmensamente feliz y después profundamente herida y el dolor ha ocupado un enorme espacio. Haití extremo donde no hay matices, donde crees entender una situación y en 38 segundos todo se acaba y cambia radicalmente.
Haití…eres una montaña rusa, un cruce de emociones que no logro dilucidar, será que algún día entenderé a este país?

Sunday, March 21, 2010

Entre primavera y otoño

Noches largas, noches de réplicas, noches silenciosas.
Días ocupados, repletos de trabajo, el telefono que no para de sonar.
Semanas que pasan rápido y sin embargo quisiera que fuera aún más rápido el paso del tiempo. A veces creo devisar a alguno de ellos entre los pasillos de la base. Luego recuerdo que todo es distinto, que nada volverá a ser lo que fue, que ya no están, que otros ocupan sus trabajos y todo ahora me resulta desconocido.
Recuerdos, calor, sonrisas, agobio, rayos de sol, soledad, colores, reencuentros.

Monday, March 15, 2010

Sobrellevando la tristeza

¿Como retomar el blog después de tantas cosas que han pasado?

Estoy de regreso en Pap después de casi un mes fuera. Me fui de Haití a Santo Domingo para buscar a Guido y llevarlo a su casa en Italia. Es de las cosas mas difíciles que me han tocado en la vida. Un largo viaje rumbo a Europa repatriando los restos mortales de mi querido Guido…
Esta mañana tome café en casa de Carmen y Luc y recordé la época que viví ahí cuando éramos roomates. Inmediatamente recordé que fue justamente ahí que un día domingo de julio del 2008 llegaron Hermes y Guido a buscarme para ir a almorzar. Ahí apareció Guido, nuestro Gigi tan simpático y lindo. Nuestra amistad empezó ese día y fue inmediata. Para quienes creemos en vidas pasadas fue realmente como reencontrarse con un amigo de siempre.

Y quizás el problema para mí ahora es justamente este lugar plagado de recuerdos. Jorge no quiere que hablemos mas del terremoto ni de tragedias pero como no hacerlo si las calles están llenas de edificios a punto de caer. Como no recordarlos cada día que pasa si cada vez que paso frente a la casa de Andrea, o los restos de Caribean market regresa ese vacío en el corazón y se me llenan de lagrimas los ojos.

Aun recuerdo el ultimo post de Guido en su Facebook (“too much ceviche…”), recuerdo el ultimo correo de Toni, la ultima llamada de Andrea, la ultima sonrisa de Cleiton, el ultimo café con Laurent… Fueron 101 colegas, amigos, colaboradores, conocidos. Perder 101 de un solo golpe ha sido demoledor.

Creo que quizás son demasiados recuerdos y lo difícil es vivirlos en este escenario tan desolador.
La población local regresó rápidamente a sus actividades. Los mercados locales tienen su variedad de productos, el transporte publico colorido y repleto como siempre, los vendedores ambulantes y los restoranes sobrevivientes abrieron ya al público. Sin embargo en cada rincón de la ciudad hay campamentos, carpas improvisadas sujetadas por plásticos y al interior familias enteras. Antes la pobreza y la precariedad eran pan de cada día pero ahora esa precariedad esta cubierta por plásticos o sabanas. Si bien es cierto que la comunidad internacional hace lo suyo y algunos campamentos están bien organizados y tienen buenas instalaciones, la mayoría de la gente sigue durmiendo en las calles en condiciones difíciles que a la primera lluvia fuerte sufrirán profundamente. El panorama es complejo, la ciudad sigue marcada por la destrucción y el desamparo. De noche es aun peor, todo oscuro y vacío.
Nuestras oficinas la noche del 12 de Enero 2010

Los días pasan lentos y cada día hay que improvisar donde dormir hasta que encuentre un alojamiento un poco mas estable. Mi lindo apartamento que compartía con Jessica lo devolví al quedar muy lejos de la base y sobre todo por los recuerdos de una vecina fallecida, la ausencia de Jessica y los recuerdos de amigos que nos visitaban. A veces me quedo donde Fatou y Aspa, otras donde Carla. Trato de no pensar mucho en ellos, en los que perdimos y agradezco que me queden Carla, Carmen, Jorge, Beatriz, Manuel, Fatou, Aspa, Hermes y muchos otros.

Hoy dormiré en el barco en altamar que alquila la misión, como no nos van a llamar turistas me pregunto. Hace un calor horrible al interior pero al menos hay cama limpia, ducha propia y una cena caliente. Vivir en un barco era lo que me faltaba. La verdad es agotador, surrealista y extrano. Me da miedo otro terremoto y ahora tengo que pensar hasta en tsunamis. No se cuanto tiempo podré vivir así…

Monday, January 18, 2010

MINUSTAH, nuestro propio martes negro


Haití es un país complejo, inestable, pobre y cuyas situaciones siempre te toman desprevenido. Al personal de la ONU, nos dejan salir cada 8 semanas, debido al stress y porque al final tampoco llevamos una vida del todo normal. Quizás no tenemos cines o la posibilidad de caminar por las calles, tenemos toques de queda y muchas medidas de seguridad. Tantas medidas de seguridad que nunca nadie pensó en una tragedia de este tipo. Nos preparamos para los huracanes, yo trabajo específicamente en ese tema para ayudar a la población civil haitiana, la ayuda humanitaria. Nunca pensamos que los afectados seriamos nosotros, la misma MINUSTAH.

Describir en estos momentos lo que se siente al perder a los amigos, colegas, oficina es imposible. Sencillamente no hay palabras.

Esperaba ilusionada, el pequeño milagro que Andrea, mi amigo Guido, mis colegas, los amigos aparecieran, heridos y vivos entre los escombros del Cuartel General de la MINUSTAH . El martes 12, martes negro, me encontraba de viaje fuera de Haití con mi novio ex funcionario de la misión.

Faltaban un par de días para mi regreso a Haiti, a la oficina. Pensaba en que regalitos comprar para los amigos como siempre se hace cada vez que uno sale de vacaciones. Se llevan chocolates o alguna botella de alcohol. Andrea siempre pedía pisco para tener de reserva y hacer un pisco sour en esas innumerables tardes que invitaba a su casa para un asado. Hace poco había sido su cumpleaños y regresaba de sus vacaciones en Estados Unidos. Hablamos por teléfono antes de mi partida a Uruguay y me invitó a su casa con Sergio, su inseparable amigo. Quedamos de vernos a la vuelta de mi viaje, nuestro encuentro nunca tendrá lugar.

Guido mi gran amigo tenía el mismo ciclo de vacaciones que yo pero decidió posponerlas. Hace un momento su amado Felipe anunció que su cuerpo fue encontrado. Pasamos juntos la noche del 24, cenando, tranquilos, ningún gran carrete así lo queríamos. Tenía tantas ganas de irse de la misión, de tener una vida mas tranquila junto a su pareja.

Jessica mi amiga de departamento estaba en la oficina de al lado a la de Andrea y salvó milagrosamente, fue una de las primeras en ser rescatada. Magullada, quebrada pero viva. Ahora debe enfrentar la perdida de su novio.

Son tantos los nombres, los amigos y amigas que no solo nos dejan con el Corazón partido, el alma hecha pedazos, son también los hijos que dejan, los planes que teníamos.

Elegimos esta opción de vida por el compromiso con los países en crisis, amamos nuestro trabajo, la adrenalina que a veces la acompaña pero con este golpe brutal no sé como puedo comenzar a reconstruir a retomar la vida. Quisiera despertar de esta pesadilla. La lista de amigos y colegas perdidos es extensa...los recordaré siempre.

Los que sobrevivimos tendremos que comenzar de cero con este profundo dolor de haber perdido a los nuestros. De momento estoy esperando subirme en el próximo vuelo que vaya a Haiti, regresar solo en eso puedo pensar ahora.