Acabo de volver de tres días de viaje intensos. Vamos cada vez adentrándonos más y más a Nepal profundo. Pueblitos pequeños donde nunca llegan extranjeros ni turistas, donde no hay telefono, ni luz ni agua. Son senderos que llevan a remotos lugares con casitas y terrenos donde plantan verduras y tienen a sus cabras pastando. Caminos de tierra, estrechos que solo ellos saben subir y bajar y que yo me demoro el doble del tiempo en descubrir. Docenas de niños aparecen en los caminos, algunos muy pequeños de tan solo 3 o 4 años andan solos por ahi caminando. Las niñitas si no van al colegio, se las ve cargando madera, parecido panorama al haitiano en cuanto a la crudeza de ciertas imagenes. Para llegar hasta estas áreas, viajamos 4 horas en auto, camino sinuoso con cientos de curvas, a un lado la montaña y al otro el precipicio. Luego dos horas caminando, mejor dicho subiendo y bajando senderos empinados.
Me gané un real viaje a la aventura total y absoluta del "deep Nepal".
Ahora estoy de regreso en Dhangadi pero nos vamos en dos días más para hacer otro viaje de este tipo. Menos mal esta noche tengo internet, ducha caliente, y hasta puedo ver una pelicula en la TV. Así evito ver los larguisimos videos clips de India al menos que pronto me decida a aprender a bailar tipo Bollywood.
La foto es de unos niños de la localidad de Koteli, les encantó verse en la pantalla de la cámara digital cuando se las mostré.
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