Sunday, May 21, 2006

Días de gris


Haiti Chery esta en mi piel, como la sal que no te quieres sacar despues de un largo día de playa. De regreso a la realidad santiaguina, me siento aún un poco perdida. No se si será el otoño o que en esta ciudad gran parte de mis amigos y conocidos están bajos de ánimo o tristes.

Definitivamente Haiti tiene otra energía, entre el sol y el caos, al ritmo del compa o del ruido de la calle, la gente sonríe. Inevitablemente caigo en comparacions quizás un poco absurdas pero asi lo siento, asi lo veo.

El cielo gris de esta amarga ciudad, llena de smog que no deja respirar, farmacias nuevas en cada esquina, mis amigas medicándose con cuanto calmante hay. Se respira depresión en este santiago de hoy. Será que yo me olvidó que las cosas aqui son simplemente así?

A pesar de mis duros pensamientos contra esta capital, le tengo cariño a este rincón, me gustan las tardes de lluvia, los abrigos largos y los rostros trágicos de los transeúntes apurados en día de semana. Yo aún cargando con un sol haitiano a cuesta, con recuerdos de un país conflictivo y extraño, difícil de entender para llegar a la estrecha y larga tierra del cono sur y sentir que aqui todo cuesta también, quizás las calles están limpias y la modernidad en cada esquina pero algo falta....

Faltan los rayos de luz, la risa de la gente, la música en la calle, los colores y las ganas. Ganas de levantarse en la mañana y hacer que tu día sea especial diferente a los anteriores y que merezca la pena disfrutar de todo hasta los más mínimos detalles. Merece la pena olvidar que la vida no es una serie de eventos trágicos marcados en el noticiero por accidentes o asaltos y que evitemos llenarnos de miedo y mas bien entendamos que depende de uno mismo disfrutar la vida y no que la vida te entregue los elementos para que tu puedas disfrutarla.

Me preocupa este Chile estático, sumergido en las apariencias donde en vez de parques hay mas tiendas y mientras nos estamos quedando sin aire, con esta preemergencia ambiental no seamos capaces de reaccionar. Lo tenemos todo para ser felices porque será que cuesta tanto?

Mientras tanto, seguiré reflexionando en esta tarde de frío con un buen café en la mano, un sweater de lana gris, mi gato recostado en mis pies, y la mirada perdida tratando de decifrar los secretos de este cielo tan mío y ajeno a la vez.

1 comment:

Sandrinista said...

Creo que te hace falta una escapada a La Paz, el mismo relajo callejero que en Haiti pero con sueter y friito! Que rico! Nos vemos alla?! Angela esta conmigo en la ofi, te extranamos mucho, nos vemos pronto, un abrazo.