Los Ninos de Haiti

Los niños de Haití son lo unico que me devuelven mi humanidad y sensibilidad en estas tierras inciertas. En estos meses he desarrollado muchos mecanismos de defensa. Con los amigos hacemos bromas muy fuertes a veces, el humor negro puede ser tan cruel y sin embargo es nuestra unica vía de escape. Aquí sobra el tiempo para reflexionar, cuestionarse y sobre todo hay mucha soledad. Solo los niños te bajan a la realidad, a traves de sus uniformes y risas piensas que un nino siempre tendra un momento para reir y jugar. Algunos se hacen sus propios camioncitos con las botellas de yogurt, otros suenan con una pelota.

Lo terrible de este lugar es que estos pobres seres sufren mucho mas de lo que parece, tienen hambre y sobre todo dejan de ser ninos muy pronto. Los "reste avec" son sin duda lo mas aberrante en este pais. Es un verdadero tipo de esclavitud infantil cuando una familia pobre le cede sus hijos a otra familia y solo por el hecho de darles un poco de comida, estos pequenos se convierten en esclavos que buscan el agua y el carbon, mientras las ninitas pronto se convertiran en amantes. Quizas es un destino cruel pero posiblemente mejor que los ninos que terminan siendo vendidos en la frontera o aquellos que matan cuando ya no hay con que alimentarlos. Los ninos un tema olvidado y sin salida, que hacer? que decir? es un tema oscuro que muchos no saben como enfrentar.

Se Hunde la Isla

Entre juegos políticos, trampas y desencuentros estas elecciones parecen no llegar. Hasta el 6 por la noche creo que seguiremos sintiendo la angustia de no saber que pasa. En fin así es la política, así son las cosas tan solo espero que esta situación no tenga nada que ver con los parecidos de Rwanda en el sentido de una misión que no supo prever los escenarios futuros y ya era muy tarde cuando se dieron cuenta de que todo se venia abajo.

Entre las urnas, estará la inestabilidad, la incógnita de no saber porque se llevan a cabo estas elecciones en un ambiente político tan extraño. El hotel de la película de Someday in April, el Mille Coline se parece el Mont Joli o al Montana de Pap. Con tal que no terminemos tomando agua de la piscina y nos evacuen si esto se pone difícil. Es lamentable que todo esto este ocurriendo. La comunidad internacional no logra cooperar con conducir este país a alguna mediación o salida de la crisis política. Los políticos haitianos parecen no querer cambiar de enfoque y aquí todo es valido para lograr que tan solo uno se lleve el poder.

Haití es un caos, un lugar soleado en donde cualquier elemento trae consigo una tormenta que luego se transforma en tsunami. Haití es vudu, con ceremonias y ritos incomprensibles para el blanco, sus habitantes tratados como zombis por una clase política oportunista y ciega de poder. Haití es triste en cada rincón repleto de basura donde sientes que la esperanza se ha perdido hace tanto tiempo. Haití no tiene fe, nadie cree en nadie, quien puede creer en Haití? En Haití todo se desmorona y la frustración de no saber que hacer cuando te das cuenta que Haití es una isla, una isla incomprendida, un naufragio permanente en esta isla que se hunde…

Asi pensaba cuando llegue hace un año...

Han pasado lentamente los días al ritmo haitiano. Dejé Port de Paix el lunes para volver a la “civilización”. En Puerto Príncipe todo es un caos, si bien es cierto que los aires de capital te permiten encontrar al menos un comercio mas variado (productos chilenos, franceses, hasta cerveza venezolana!!!!) pero el trafico y las horas interminables metida en un vehículo en unas calles increíblemente empinadas y sin lógica, me dejan cada vez mas agotada.
Aquí la mitad de las cosas funcionan, la inestabilidad política y económica están siempre acechando, gran parte de la ciudadanía este armada. El calor es fuerte aun no ha llovido desde que estoy aquí.
Todo este caos es increíble, es un desafío tratar de entenderlo y es muy emocionante ser espectador de este escenario dantesco. Estar aquí a veces es indescriptible, son muchas las sensaciones y sentimientos que crea. Por un lado están todos los problemas del pueblo haitiano al cual lamentablemente no logramos acercarnos demasiado. El clima político esta en apariencia calmado por ahora, se sabe que apenas empiecen las inscripciones del registro electoral, van a empezar los problemas. Algunos de los pueblos que visite son centros de preparación de guerrilleros, algunos parecen pueblos fantasmas, tan silenciosos y oscuros que nunca pensé que el silencio pudiera llegar a ser tan escalofriante.
Es una avalancha de sentimientos encontrados trabajar con las FFAA chilenas. Creo en esta generación de recambio, en un aire más fresco, más ingenuo, con la posibilidad de vivir una nueva etapa en esta ventana que es Haití. Quizás con el paso del tiempo, las heridas logren sanar. Lo que me queda claro es que ya los mas jóvenes no podemos seguir pagando esta interminable herencia de dolor y división, tenemos derecho a escribir nuestra propia historia nueva y limpia.