Cuando llego a la página de mi querido blog me doy cuenta que no he escrito nada en muchas semanas. Nada acerca del súper encuentro de Sucre (volver a ver a Sandrinista y a Baturrico me hace valorar mucho más la amistad), nada de las conversaciones incansables sobre Haití ni menciones a los reportajes que he visto últimamente de la isla.
Por ahí escuché que un haitiano le había dicho a Valdés, que Haití era como un virus, una vez que se te mete bajo la piel es imposible sacárselo. A veces parece un karma porque ya no quiero ni pensar en Haití y de algún modo muchas cosas, personas o situaciones me recuerdan incansablemente a la isla.
¿Volver o no volver?
Veremos en que queda el asunto….por ahora maletas a Nicaragua, ya veremos como se pone el panorama por allá. Para algunos mi profesión les divierte, esta semana he escuchado irónicos comentarios del estilo: “que lindo debe ser viajar todo el tiempo”,”ahí viene la funcionaria internacional….” O la súper pregunta “Haití es tan pobre que ni siquiera hay malls? (centros comerciales)
On aura tout entendu vraiment!!!
Sinceramente no me gustaría seguir viajando a no ser por placer y tampoco me gustaría pensar que mi futuro laboral esté solo en lugares lejanos y ajenos. Por cierto la experiencia laboral la valoro, no me quejo de esto, asumo que la adrenalina me encanta y que de seguro un trabajo de terreno es algo que me fascina versus la posibilidad de estar encerrada en una oficina. Sin embargo lo que me angustia es tener incertidumbres sobre mi futuro cercano, no saber donde echar raíces por un rato, dejar de tener mi hogar en una maleta. Si le añadimos la soledad y algunas otras confusiones tan típicas de Natacha pop, obtenemos una compleja mezcla de inconformidad y a la vez de unas terribles ganas de buscar todo aquello en lo que me sienta útil. Quizás por algo ya no tolero las conversaciones vacías, los egoísmos exacerbados y sobre todo creo que después de Haití Cheri, Natacha Pop es otra muy distinta a aquella que un día se subió a un vuelo de Copa sin saber que sería de ella en la isla. Este regreso a Santiago me ha hecho bien, he pensado, he crecido, he cambiado. Anoche viendo el reportaje de canal13 me doy cuenta a penas ahora en lo que estábamos metidos. El olor inolvidable a basura del mercado de Cap, la cara de los niños, el caos en cada esquina, el no saber como reaccionan los haitianos, no poder prever nada, las latas de atún a la cena, la cloroquina, los chalecos antibalas, las escoltas, los agentes cívicos, los karaokes, el camioneton, la kay, las reuniones de pap, los amigos, los amigos….lo mejor y mas rescatable de todo serán siempre los buenos amigos que ojalá duren en pil.
Mayores noticias…esperen los post de Nicaragua.
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