Monday, January 18, 2010

MINUSTAH, nuestro propio martes negro


Haití es un país complejo, inestable, pobre y cuyas situaciones siempre te toman desprevenido. Al personal de la ONU, nos dejan salir cada 8 semanas, debido al stress y porque al final tampoco llevamos una vida del todo normal. Quizás no tenemos cines o la posibilidad de caminar por las calles, tenemos toques de queda y muchas medidas de seguridad. Tantas medidas de seguridad que nunca nadie pensó en una tragedia de este tipo. Nos preparamos para los huracanes, yo trabajo específicamente en ese tema para ayudar a la población civil haitiana, la ayuda humanitaria. Nunca pensamos que los afectados seriamos nosotros, la misma MINUSTAH.

Describir en estos momentos lo que se siente al perder a los amigos, colegas, oficina es imposible. Sencillamente no hay palabras.

Esperaba ilusionada, el pequeño milagro que Andrea, mi amigo Guido, mis colegas, los amigos aparecieran, heridos y vivos entre los escombros del Cuartel General de la MINUSTAH . El martes 12, martes negro, me encontraba de viaje fuera de Haití con mi novio ex funcionario de la misión.

Faltaban un par de días para mi regreso a Haiti, a la oficina. Pensaba en que regalitos comprar para los amigos como siempre se hace cada vez que uno sale de vacaciones. Se llevan chocolates o alguna botella de alcohol. Andrea siempre pedía pisco para tener de reserva y hacer un pisco sour en esas innumerables tardes que invitaba a su casa para un asado. Hace poco había sido su cumpleaños y regresaba de sus vacaciones en Estados Unidos. Hablamos por teléfono antes de mi partida a Uruguay y me invitó a su casa con Sergio, su inseparable amigo. Quedamos de vernos a la vuelta de mi viaje, nuestro encuentro nunca tendrá lugar.

Guido mi gran amigo tenía el mismo ciclo de vacaciones que yo pero decidió posponerlas. Hace un momento su amado Felipe anunció que su cuerpo fue encontrado. Pasamos juntos la noche del 24, cenando, tranquilos, ningún gran carrete así lo queríamos. Tenía tantas ganas de irse de la misión, de tener una vida mas tranquila junto a su pareja.

Jessica mi amiga de departamento estaba en la oficina de al lado a la de Andrea y salvó milagrosamente, fue una de las primeras en ser rescatada. Magullada, quebrada pero viva. Ahora debe enfrentar la perdida de su novio.

Son tantos los nombres, los amigos y amigas que no solo nos dejan con el Corazón partido, el alma hecha pedazos, son también los hijos que dejan, los planes que teníamos.

Elegimos esta opción de vida por el compromiso con los países en crisis, amamos nuestro trabajo, la adrenalina que a veces la acompaña pero con este golpe brutal no sé como puedo comenzar a reconstruir a retomar la vida. Quisiera despertar de esta pesadilla. La lista de amigos y colegas perdidos es extensa...los recordaré siempre.

Los que sobrevivimos tendremos que comenzar de cero con este profundo dolor de haber perdido a los nuestros. De momento estoy esperando subirme en el próximo vuelo que vaya a Haiti, regresar solo en eso puedo pensar ahora.